Algunas recomendaciones para fotografiar con cámaras clásicas
- Conocer las manías del aparato. Por ejemplo, es improbable que el obturador trabaje a la velocidad nominal. Es recomendable anotar la velocidad, diafragma y condiciones de luz que teníamos cuando hicimos la foto; así llegaremos a establecer una “constante de imprecisión”
- La mejor óptica es la que nos proporciona el resultado que más nos gusta. De igual modo, la mejor cámara clásica es la que encontremos más agradable a nuestra mano.
- Se deben usar parasoles y filtros porque mejoran la calidad y protegen las lentes.
- Las cámaras que no funcionan tienden a estropearse. Se han de disparar aunque sea sin película (ellas no lo saben) periódicamente. No se deben guardar con el obturador montado; los muelles están sometidos a tensiones innecesarias.
- Las cámaras se deben guardar en un lugar seco y ventilado. Los sitios húmedos y calurosos son ideales para crear hongos.
- La arena y el polvo son enemigos de las cámaras. Si la lleva a la playa, tenga mucho cuidado no exponerla demasiado.
- La causa de muchas fotos poco definidas es no agarrar firmemente la cámara a la hora de disparar y no la poca calidad de la lente.
- La foto la hace la mirada, el ojo del fotógrafo; mirada tenemos una; cámaras, miles. Para hacer fotos es más útil ejercitar la mirada que obsesionarse con las características técnicas de los aparatos fotográficos.
- Una buena foto es la que no dudaríamos en enmarcar y colgar en nuestra casa, diga lo que diga el “crítico”
- Llevar con paciencia las traiciones de las clásicas y disfrutar los éxitos parecen medidas razonables.
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